jueves, 8 de marzo de 2012

Consejos para prevenir el dolor y el ardor después de tener relaciones sexuales


A muchas mujeres les pasa, pero no por eso podemos decir que sea algo normal. Sufrir dolor durante o después de tener relaciones sexuales indica que algo no va del todo bien...  si pareces este problema habitualmente y si el dolor ha transformado las relaciones con tu pareja en un una auténtica tortura, no lo dudes ni por un momento... ¡Vete al ginecólogo!

Yo solo puedo limitarme a darte consejos, pero este tipo de problemas son muy delicados y dependiendo de las causas que lo producen pueden convertirse en algo grave si se deja pasar durante largo tiempo.


Dolores vaginales

Origen del dolor: vaginismo, sequedad vaginal u origen psicológico

Por ejemplo, una de las causas que producen este dolor es una enfermedad denominada vaginismo, una enfermedad que consiste en la contracción involuntaria de los músculos perivaginales, algo bastante incómodo... Esta enfermedad puede evitarse con una correcta higiene íntima, aunque hay veces que viene derivada de un mal mayor: cicatrices en el interior de la vagina y en el peor de los casos, un tumor.

Pero el dolor durante o después de las relaciones sexuales puede ser causado por otros agentes.

De los más comunes es la sequedad vaginal. La sequedad vaginal puede llegar a irritar hasta tal punto que puedes sentir ardor en tu zona íntima durante horas después del acto sexual... No debes aguantar este dolor, existen determinados lubricantes con los que paliar este problema.

¡Ojo! De antemano te informo que los típicos lubricantes que se utilizan a modo de juguete y entretenimiento sexual ni sirven de nada para evitar este problema. Los mejores lubricantes los encontrarás en la farmacia, productos como el de la marca Cumlaude o alguna marca parecida en tu pais suelen funcionar muy bien.

Puede ocurrir también que directamente la forma interior de tu vagina sea incompatible con la forma del pene de tu pareja. Es algo peculiar pero no extraño. Existen multitud de formas de penes y existen multitud de formas de paredes vaginales, puede ser que simplemente 'la cosa no encaje'... En estos casos, desde luego no debes renunciar a practicar sexo. Esta situación se puede sobrellevar con la ayuda de cremas como la antes mencionada para facilitar la penetración.

Y hay veces que ni tú ni tu ginecólogo van a encontrar una causa física a ese dolor... Es entonces el momento de que hables sincera y seriamente con tu pareja porque este tipo de problemas pueden ser también de origen psicológico: falta de confianza, complejos... Muchas veces hay que armarse de valor y acudir en compañía de tu media naranja a un sexólogo para conseguir que tu vida sexual sea plena y placentera.

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