miércoles, 28 de marzo de 2012

Qué es la depresión post - parto


A mis 32 años, durante 9 meses esperé con mucha alegría la llegada de mi bebé. Día a día le platicaba, acariciaba mi vientre para que sintiera calor y escuchara mi voz. Leí cuanto pude en libros y revistas para tener los mejores cuidados como madre primeriza.

Recuerdo con mucha ilusión cómo bordé su primera ropita para arroparlo con ternura y cariño. Hoy, todos esos recuerdos se han quedado en mi mente y en el pasado. Todo cambio.
Lloro sin razón alguna, no duermo en las noches y me invade un miedo y ansiedad terribles de no cuidarlo bien. En algunos momentos llegan a mi mente ideas de hacerme daño. Me siento culpable por pensar y sentir esto. Me encuentro completamente aislada. Estoy al borde de la desesperación y a punto de perder mi relación con mi marido e hijo. No sé que tengo, me desconozco por completo”.


Este es un ejemplo de cómo la Depresión Posparto (DPP) afecta a 15% de las madres, una de cada diez mujeres vive una situación similar. Ésta empieza, por lo general, 3 semanas después del parto, pero algunas veces puede no presentarse sino hasta 6 meses después de dar a luz. Puede durar meses, incluso años si no es tratada a tiempo.


¿Deprimirse después del embarazo? ¿Después de tanta espera y entrega? Nos enseñan y platican que la maternidad es el momento de autorrealización y plenitud en la mujer. Un evento de profundo significado emocional y psicológico, y para algunas, una de las vivencias más importantes en sus vidas. Debido a estas connotaciones positivas resulta difícil comprender y aceptar que existe la depresión posparto.

Es muy común que durante las primeras semanas después del parto, 50% de las mujeres padezcan de alteraciones emocionales. Se sienten tristes, llorosas por un par de días, viviendo así una “Tristeza Posparto” o el famoso Baby Blues.


Atraviesan por nuevas metas y responsabilidades que aprender, un nuevo rol social, un reajuste de la impresión de su cuerpo, cambios hormonales, incomodidad, cansancio físico y emocional, dificultad con la lactancia o decepción por el sexo del bebé.


Si estos sentimientos de depresión o ansiedad continúan por más de tres semanas, puede haber una condición más seria conocida como Depresión Postparto (DPP)¿Cómo se manifiesta la DPP?
    Pensamientos de muerte o suicidio
    Ansiedad extrema o pánico
    Confusión o incapacidad para concentrarse
    Miedo de estar a solas con el bebé
    Sentimientos de enojo, tristeza y frustración
    Imposibilidad de dormir incluso cuando el bebé está dormido
    Descuido personal
    Falta de interés por el bebé
    Deseos de no levantarse de la cama
    Aislamiento social

Como consecuencia de esto, los niños de estas madres pueden dejar de enviar señales emocionales y tratar de tranquilizarse por medio de la succión o el balanceo.

Si esta reacción defensiva se vuelve habitual, los bebés aprenden que no tienen el poder para provocar respuestas en otras personas, que sus madres y el mundo son poco confiables.

Causas
Seguramente a estas alturas te invade la duda sobre si existe alguna causa específica que detone la DPP. Investigaciones recientes explican que se debe a una mezcla de factores biológicos, genéticos, sociales y emocionales. Algunos ejemplos de estos son:

Si la madre ha padecido ansiedad o tristeza durante el embarazo.
Falta de apoyo de personas cercanas.
Familiares con antecedentes de depresión.
Un evento estresante durante el embarazo: muerte de un ser querido, pérdida económica, amenaza de aborto.
No desear el embarazo.
Problemas de glándula tiroidea.
Antecedentes de problemas alimenticios.

Como vez la DPP es una situación muy difícil que puede llegar a afectar tu integridad física y emocional al igual que relación con tu pareja e hijos. No es una actitud, no se puede simplemente salir de ella. ¡No estás sola, no tienes nada de que avergonzarte!

También se puede tratar de alguien cercano a ti con este padecimiento por lo que es importante tomar los siguientes consejos de tratamiento:

 Busca ayuda psicológica en combinación con un tratamiento farmacológico (antidepresivo y ansiolítico). Existen diversos medicamentos para las madres lactantes. Es importante estar bajo supervisión médica- psiquiátrica.

Terapia emocional para aprender a manejar tu estado de ánimo y vincularte con tú bebé.
Acércate a terapias de grupos para encontrar empatía y comprensión ante tu  situación y aprender a vivir sin sentimientos de culpa.

Habla con tu pareja, familiares y amigas para pedir comprensión y apoyo con tú bebé. Sin tratamiento, la depresión posparto puede durar meses o años y tener mayores complicaciones.

Mereces disfrutar tu vida y gozar tu relación con tu hijo. ¡Está en ti hacer este cambio al pedir ayuda!


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