Se suele pensar que la relación dentro de una pareja debe ser diferente a la que se tiene con los amigos, compañeros de trabajo o conocidos, con ellos se despliega la simpatía y el buen humor, pero parecería que ambas cosas no son necesarias en el trato con la pareja.
Si lo analizamos bien veremos que este concepto está generalizado pero no es un tema del cual se hable francamente.
Los conceptos de diversión y alegría se aplican al plano de las amistades pero no al de la pareja, tal vez esto sea asi en los primeros tiempos del noviazgo, pero una vez que se concreta el matrimonio o la convivencia la situación cambia radicalmente y el buen humor va desapareciendo como por encanto.
A medida que el buen humor se va esfumando comienza un tipo de comunicación más distante que de a poco lleva a que las conversaciones vayan disminuyendo o solo sean para tratar problemas o asuntos de la convivencia, cuando se llega a ese punto se está a un paso de caer en una crisis de pareja.
¿Porqué el buen humor se va perdiendo con la convivencia?
Existen muchas razones que llevan a que se pierda el buen humor, la convivencia misma que puede producir roces, las obligaciones, las responsabilidades, el cansancio, etc, pero también influye la creencia que en una pareja debe haber una relación muy diferente a la que se tiene con el resto de las personas.
Estos prejuicios además de ser erróneos son peligrosos porque estarían significando que pareja es sinónimo de aburrimiento.
¿Porqué es importante el buen humor en la pareja?
Porque en buen humor en el trato cotidiano de la pareja es uno de los lazos más fuertes de unión, compañerismo y complicidad, cuando entre los dos existe una comunicación abierta, un trato amable y ambos despliegan el sentido del humor es sus conversaciones, estarán aumentando las posibilidades de que el amor no decaiga y se mantenga inalterable a lo largo del tiempo.Cuando una pareja se aburre estando juntos y sólo pasa buenos momentos afuera, ya sea con compañeros o amigos (tanto el hombre como la mujer), comenzará a tomar la relación como algo impuesto pero que no es totalmente disfrutable.
Si cuando vuelve encuentra a una persona malhumorada que sólo presenta problemas, no es muy difícil pensar en que esa relación tiene los días contados.Como el ser humano por naturaleza siempre trata de buscar lo que le causa placer y evita aquello que no es agradable, tarde o temprano uno o los dos integrantes de la pareja se inclinará hacia lo que le produzca más felicidad. Esto es una de las causas más frecuentes de ruptura sin que se tome verdadera conciencia de cual fue el problema.
El buen humor debe estar adentro y no afuera, cuando la pareja aprende a tratarse como lo hacen con sus amigos, comparten diversiones y hacen de la relación un permanente juego están asegurandose la continuidad de ese noviazgo o matrimonio.
No es tan difícil como parece y siempre se está a tiempo de sumar alegría al amor. Una pareja que en su trato cotidiano utiliza el buen humor discute menos, resuelve mejor los problemas, se vincula más estrechamente, la relación se ve fortalecida y disminuyen las probabilidades de infidelidad.
El buen humor es el agua que riega las semillas del amor, por lo tanto a no perderlo y si se perdió hay que tratar de recuperarlo porque puede ser la clave para evitar o solucionar muchos de los problemas que afectan a la mayoría de las parejas.
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