1. Base de maquillaje: Camuflajear las imperfecciones te da gran luminosidad. Usa una base similar a tu tono de piel, que sea capaz de adaptarse a la luz. Algunos maquillistas, para darle más naturalidad al maquillaje, no la aplican en todo el rostro, sino sólo en las zonas menos uniformes de la piel.
2. Corrector de ojeras: Con él borras los signos de cansancio del rostro. Elige un tono más claro que tu base de maquillaje y extiéndelo en la zona oscura del ángulo interno de los ojos. Cuida de no aplicártelo sobre las pequeñas arruguitas del contorno de los ojos, porque quedarán más visibles.
3. Polvos: Fijan el maquillaje, además de cubrir tu piel con una textura mate. Busca siempre los polvos que sean translúcidos para acabar con los brillos y hacer que tu maquillaje dure más tiempo. Da un ligero toque en el cuello para lograr el mismo tono que en tu rostro.
4. Sombras: Con una brocha, aplica sobre los párpados una sombra clara que dé luz a tu mirada. Para el día son ideales los tonos suaves como rosa pálido, melocotón, mandarina o beige. Aplica un tono intenso en el pliegue.
5. Máscara de pestañas: Aplica una capa de máscara de pestañas café o negro sobre tus pestañas para darle resplandor y viveza a tu mirada con movimientos desde adentro y hacia arriba, o en zigzag si quieres que se vean mas largas.
6. Labial: Para terminar, perfila tus labios con un delineador y reálzalos con gloss, o si prefieres hazlo con un lápiz labial de tono claro, aunque actualmente se llevan los labios súper brillantes y jugosos.
7. Rubor: Siempre debe resultar natural y con un poco infantil, como si hubieras estado bajo el sol. Aplícalo sobre la zona más sobresaliente de tus pómulos y difumínalo bien hacia las sienes. Es importante que sigas la gama de color que aplicaste en los ojos.
Así de fácil quedarás maquillada para todo el día.
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