La piel es el mayor órgano del cuerpo humano. Actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea. En la piel del hombre se produce más secreción sebácea que en la mujer. Esto se debe a la mayor cantidad de andrógenos (hormona sexual masculina) por lo tanto, la piel masculina es más gruesa, y grasosa que la femenina.
Existen tres tipos de piel una es la grasosa, se distingue por el exceso de sebo, otra es la seca que se caracteriza por la falta de humedad, por último tenemos la piel mixta, esta es la más complicada de cuidar ya que presenta zonas grasas y secas.
Lluvia, viento, calor, frío, microbios… La piel nos protege de estas y muchas otras agresiones. Al mismo tiempo cumple con otras funciones como mantener el nivel de hidratación así como la regulación de la temperatura.
Además de esto la piel es muy sensible a las emociones. Una alegría, un problema o incluso un susto pueden ser suficientes para que los vasos sanguíneos se contraigan, la sangre se retira, la piel palidece y se enfríe. Es por esto que la piel es el espejo de nuestras emociones.
Para cumplir con su cometido, la piel se constituye en tres capas: epidermis, dermis e hipodermis, cada una con su respectiva función.
La epidermis es la capa superficial se compone de células muy resistentes. Estas células están unidas a una sustancia llamada queratina.
La dermis, por su parte procura la sensibilidad táctil por medio de las papilas surcadas por terminaciones nerviosas. Así mismo es la que contiene el colágeno y elastina que sirven para la elasticidad de la piel.
Por ultimo tenemos la hipodermis, esta es la capa más profunda, contiene un tejido adiposo que no solo protege a los músculos y huesos, sino que ayuda a regular la temperatura de nuestro cuerpo.
La piel que tu ves en tus manos, rostro, cuello etc., es realmente una acumulación de células muertas. Estas maduran, mueren y llegan a la superficie de tu piel.
Estas células son lo suficientemente fuertes para cubrir tu cuerpo y protegerlo. Pero únicamente permanecen ahí durante un breve periodo de tiempo. Se desprenden en forma de escamillas. Aunque no puedas ver este proceso, cada minuto del día perdemos aproximadamente de 30,000 a 40,000 células muertas.
Pero no pienses que tu piel desaparecerá por este proceso, tu epidermis está constantemente desarrollando nuevas células que llegan a la superficie para reemplazar a las células muertas. La mayoría de las células de tu epidermis trabajan para desarrollar todos los días nuevas células en la piel.
CUIDADOS
Es muy importante empezar a cuidar nuestra piel desde temprana edad, ya que esto será la punta de lanza para que nuestra piel siempre luzca joven, bella y saludable.
No desmaquillarte es la primer causa del envejecimiento de la epidermis, por eso es muy recomendable tener siempre a la mano un buen desmaquillante de preferencia elaborado con productos naturales.
La limpieza matutina es el primer cuidado de belleza en el día. Es recomendable que laves tu rostro con jabón neutro o únicamente con agua muy fría.
Hay que recordar que el agua es esencial para una vida sana. Puedes comenzar tu día tomando un poco de agua mineral fresca, esto te ayudará a eliminar las toxinas y revitalizará tu organismo.
El desayuno también puede ayudarte. Los jugos de frutas naturales como el de naranja, limón, toronja o mandarina te ayudarán a eliminar toxinas. Suavizarán tu piel gracias al betacaroteno. Los cereales ricos en ácidos grasos protegen y nutren la epidermis. El trigo contrae tu piel y la avena te refuerza. Como ves el desayuno es parte importante en el cuidado de nuestra piel.
El sol es una estrella resplandeciente, hermosa y reconfortante. Desafortunadamente es el enemigo número uno de nuestra piel. Es importante que aprendas a asolearte para aprovechar todos los beneficios sin ningún riesgo.
Los rayos UVB (de longitud media) activan a los melanocitos que son las células responsables de producir la melanina. Estos rayos nos broncean de manera lenta y sin riesgos.
Los rayos UVA (de longitud larga) penetran en el núcleo de la célula, esto provoca un daño terrible nos envejece y en muchas ocasiones son los causantes del cáncer de piel.
Como no es posible elegir los rayos del sol es primordial usar un buen protector solar. Antes de empacar tu traje de baño tienes que buscar el protector que más se acomode a tus necesidades y por supuesto no olvides empacarlo.
Recuerda que no todos reaccionamos igual frente al sol.
Cada uno cuenta con un protector solar natural, este corresponde a nuestro tipo de piel. Esto depende de el color de piel, ojo y cabello. Una piel clara es más sensible al sol que una piel morena.
Existen algunos productos que contienen ingredientes naturales como la tirosina, que estimula la producción de melanina. Es recomendable aplicar este tipo de cremas mínimo unos diez días antes de exponerte al sol. También puedes consumir productos ricos en vitamina A , E y C esto te formará un escudo protector contra los rayos solares.
Los dermatólogos aconsejan no exponerte al sol por más de una hora. Es mejor tomarlo antes de las 13horas o después de las 17 horas.
Si después de seguir estos consejos lograste un bronceado canela evita la famosa descarapelada es decir, perder demasiadas células.
Para que esto no suceda debes aplicarte cremas ultrahidratantes y reparadoras, recuerda elegir la que va con tu tipo de piel, por ejemplo si tienes la piel grasa o mixta utiliza las fórmulas a base de sábila o de karité para la piel seca o normal.
Una exfoliación una ves a la semana ayudará a que el bronceado se mantenga y sobre todo que el color se vea uniforme.
Si el sol hizo estragos en tu piel sigue estos simples consejos: aplícate suero salino en el área afectada, disuelve en medio litro de agua una cucharada sopera de vinagre blanco, aplícate compresas empapadas con esta mezcla durante unos minutos.
Si el picor o el dolor es insoportable, puedes recurrir a un corticoide tópico o un anestésico local capaz de calmar. Las aspirinas, gracias a su contenido en ácido aceltilsalicílico, no sólo alivian el dolor, sino que además tienen un cierto efecto antiinflamatorio.
A la hora del baño procura que el chorro de agua caiga directamente sobre la zona irritada, no utilices cosméticos, perfumes ni jabón. Procura que las zonas afectadas estén siempre muy hidratadas para evitar la formación de costras, así como tomar mucha agua, pues es fundamental rehidratar y recuperar los líquidos perdidos.
Aquí te dejo algunos tips que puedes aplicar en el cuidado de tu piel.
Corta en rodajas un pepino frío y ponte las rodajas en todo el rostro durante unos diez minutos. Esto te ayudará a recuperar la frescura en tu piel.
Una semana antes de exponerte al sol es recomendable tomar jugo de zanahoria, así como diferentes alimentos ricos en betacaroteno, sustancia que da color a algunas frutas y verduras. Además es un excelente antioxidante.
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