jueves, 8 de marzo de 2012

Cómo combatir el insomnio en las noches de verano





Con el verano llegan los problemas de sueño, que afectan a un 25% de la población en general, según un estudio realizado  recientemente las personas mayores de 65 años son las más afectadas por esta patología (67%) seguido por los adultos (30%) y los jóvenes (25%).

Entre las principales causas del insomnio se encuentran el nivel de ruido en la vía pública, incrementado por una mayor afluencia de personas durante el verano, y la música que ameniza muchos de los locales. Para evitarlo, desde claudiarafaella.com te propongo unos consejos para mejorar la calidad del sueño durante estos meses de calor.

Consejos para dormir bien

El silencio es una de las claves. Lo mejor es aislar la habitación del ruido, algo no siempre al alcance de todos si no se tiene aire acondicionado. Si la ventana tiene que permanecer abierta para refrescar la habitación, se puede recurrir a escuchar algo de música relajante que minimice otros ruidos, o recurrir al uso de tapones para los oídos. Además, es recomendable que en el cuarto reine la mayor oscuridad posible, incluso si es necesario ir al baño durante la noche, aunque lo mejor es no beber líquidos en abundancia una o dos horas antes de dormir.

Para conciliar el sueño es recomendable leer en la cama, a ser posible libros que no tengan gran carga de acción o suspense, optando por los de temas más ligeros. Esta opción es siempre más recomendable que ver la televisión, puesto que es demasiado estimulante para el cerebro por su colorido y sonido.

La dieta tiene también importancia a la hora de conciliar el sueño, por ejemplo es conveniente tomar cenas ricas en proteínas, acompañadas de una o dos piezas de fruta. Evitar, por supuesto, la cafeína y los dulces, que pueden provocar una hipoglucemia (bajada de azúcar) que interrumpirá el sueño. También debe moderarse el consumo de alcohol, pues su efecto de somnolencia es efímero e impide alcanzar las fases profundas del sueño.

Para lograr un mejor descanso, la organización es también una clave. Planear las tareas del día siguiente produce la sensación de haber concluido el día y facilita la relajación. Un despertar suave ayuda a reducir el estrés, por eso, si no se puede hacer gracias a la luz natural, lo mejor es usar despertadores que no sean estridentes, y apartarlos al menos un metro para evitar mirarlos constantemente.

Asociar la cama a la idea de dormir puede evitar distracciones, por eso es recomendable no darle usos como el estudio o ver la televisión, incluso para echarse una siesta es mejor utilizar otro lugar de la casa. Hacer ejercicio diariamente, acostarse temprano y a una hora regular son otras medidas que también facilitan conciliar el sueño durante estos meses de calor, junto con una de las más importantes en verano, que es mantener la temperatura de la habitación a unos 21 grados. Con estos consejos, ¡el sueño está asegurado!.


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